PUEDO
DEJAR DE PREOCUPARME
¡ESTAMOS
PERDIDOS SIN REMISION!
Ayer asistí como oyente
invitado a una reunión del Club Liberal 1812 de Málaga por video conferencia
que me sorprendió muy gratamente en ese pensar y en ese expresar en compañía,
por cierto bastante ilustrada. Tengo
tendencia al pensamiento en soledad, en la línea de los conocidos versos de
Lope de Vega “A mis soledades voy,/ de mis soledades vengo/, porque para andar
conmigo,/ me bastan mis pensamientos”. Aunque estando en Málaga, y sin que me
sirva de precedente, es bueno recordar a Manuel Altolaguirre cuando dice, en mi
opinión, sobre el egoísmo solitario “Mi soledad llevo dentro/ torres de ciegas
ventanas/ cuando mis brazos extiendo/ abro sus puertas de entrada”, en fin,
divagaciones, vamos a la reunión.
Digo que me sorprendió
el buen nivel de los participantes, incluso con una interviniente, Elvira Roca,
sencillamente brillante, con discursos muy meditados, muy bien expresados, con
solidez argumental, de muy buena voluntad, cargados de buenas intenciones, de
deseos de participación solidaria hacia lo que se nos viene encima, en fin
cargados de preocupación, de humanidad, de moderación y de sensatez.
Y me retiré de la
reunión pensado si yo, un aprendiz de filósofo al que le gustan los grandes
temas del Hombre y de la Humanidad, los temas vitales, las grandes preguntas
sin contestación, e intento pasar de todo lo contingente y circunstancial, del
día a día sobre todo del basurero intelectual político nacional, como tengo
expresado in extenso, en extensísimo, en los tres volúmenes de mi única obra
que presento en -https://www.humanitasetuniversalitas.com/-
me había convertido en un radical ya que tanta sensatez y tanta moderación me
estaban enfadando por momentos, y lo primero que me viene a la cabeza es el
cuento de un, hoy, olvidado por todos, el que fue popular novelista, cuentista,
norteamericano O. Henry cuando define al perfecto cosmopolita, siempre neutral
en sus pensamientos y en sus críticas, exquisito en la aceptación y valoración
de todas las opiniones, hasta que alguien se atreve a opinar negativamente
sobre el alcantarillado de la ciudad de New York, y se desatan todas las furias
del Infierno. ¿Seré yo el protagonismo de ese cuento que pierdo el equilibrio
mental y la sensatez cuando hablo de España y me pasa lo mismo que al perfecto
cosmopolita le pasó con New York?
Y
me viene el recuerdo de un pensamiento que recojo en mi trabajo para una magnífica
opinión sobre el agnosticismo pero que puede ayudarme a fijar mis posiciones,
mi enfado y mi impaciencia ya que es un pensamiento central en cuanto a la
honestidad intelectual, aplicado a cualquier situación y, claro es, también al
análisis de lo que hoy está sucediendo en España:
“El
Agnosticismo, no es otro credo, es un método, la esencia en la que se sustenta
la aplicación rigurosa de un solo principio. Y este principio puede ser
expresado positivamente: en asuntos intelectuales, sigue tu razón cuán lejos
como te lleve, sin importar ninguna otra consideración. Y negativamente: en
asuntos intelectuales no pretendas que son ciertas las conclusiones que, o no
han sido demostradas o directamente que no son demostrables. Esto entiendo como
el pensamiento agnóstico. Que si un hombre se mantiene completo e incorrupto,
nunca sentirá vergüenza de mirar el Universo a la cara, cualquiera que sea el
futuro deparado para él. T. Huxley”.
Y estaba yo
perdido por esos mundos y de pronto se me presenta la solución a estas
incertidumbres “a eza tonterías epañola” que diría Chiquito, como con el Eureka
de Arquímedes, pero en versión gilipollas con bombilla sobre la cabeza y veo
con claridad absoluta el problema español y que no hay solución, que estamos
más perdidos que el barco del arroz. Os lo explico.
Tengo por
costumbre que en cuanto aparece en televisión Pedro Sánchez cambio de canal, me
da vómitos su discurso de “Aló Presidente versión empleado del Corte Inglés venido
a menos -del Corte Inglés ya hubiese sido despedido, son gente más seria y se
juegan su dinero como para admitir titulaciones falsificadas- y ganas tengo yo
de pasar malos ratos, pero cuando encendí la tele era Casado el que estaba
hablando, -otro que tal-, terminando de criticar la ¿acción? ¿Qué acción? del
Gobierno y se levantó Pedro Sánchez y dio esta réplica, más o menos: “Vds. lo
único que pretenden es recortar el gasto social, como hacen siempre, y como
continúan haciendo en las Autonomías que gobiernan y el Gobierno que yo presido
no se lo va a consentir”.
Y me dio el
ataque de risa, pero risa hasta la histeria, vi la situación de España con
absoluta claridad, joder, estamos perdidos, perder toda esperanza, este barco
lo conduce un demente que sueña ser Stalin, ya tiene incluso a su Lavrenti Beria
bien situado amenazando a VOX y a todo discrepante con la Lubianka como La
Pasionaria amenazó de muerte a Calvo Sotelo, -por cierto acabo de ver una
fotografía de Beria con una edad parecida a Iglesias y solo le falta la coleta-
y mientras llega su momento se entretiene dejando morir a los ancianos en las
residencias que son de su responsabilidad, pero ¿qué le importará a un socio de
Maduro la muerte de unos pocos miles de españoles, esos mismo españoles que
mataron los etarras y que a él parecen gentes de bien, demócratas de toda la
vida, que tenían sus razones para matarlos, como él tiene las suyas para dejar
morir a los ancianos en desamparo. Debe haberse marcado la obligación de
descargar de pensiones a la Seguridad Social, loado sea.
Me vino a la
cabeza una imagen excelsa. El Presidente de una Empresa inmerso en una quiebra
fraudulenta milmillonaria, con cárcel a la vista para muchos años, en libertad
provisional, al que le llama el Juez
para tomarle declaración sobre unas disposiciones de dinero poco claras y le
dice: “Sr. Juez a pesar de la persecución injusta que sufro por su parte con la
inmovilización y control de mis cuentas, que sepa vd. que yo no estoy dispuesto
a que mi niña deje sus clases de ballet que son carísimas, ni que mi mujer deje
de acudir con sus amigas a la comida semanal del Asador Donostiarra y a
peinarse en La Maison de Eduardo, y otros gastos en la línea, como el servicio
doméstico de cuatro personas en mi casa de la Moraleja, mi cocinero con una
estrella Michelin y las facturas del Club Gourmet del Corte Inglés, faltaría
más, hasta ahí podíamos llegar, no sabe Vd. con quién está hablando ni como me
las gasto cuando me enfado”.
Fue un
momento maravilloso. Una luz cegadora iluminó mis pensamientos. La risa era
imparable. La desconexión con la realidad del sujeto me aclaró por completo la
situación. El problema terrible de España no es la pandemia, tampoco la crisis
económica, el problema de España es el Gobierno. Joder que mal lo tenemos.
Socorrooooo…….
Como se dice
en Andalucía debemos hasta de callar. Pero no. Un Presidente del Gobierno de un
país en quiebra, que está arruinando a la Nación segundo a segundo, un
incompetente de tamaño oceánico, que no tiene ni puta idea de nada, que gira
sobre sí mismo como un derviche loco y piensa que se está moviendo, que no
acierta ni cuando rectifica, un mentiroso compulsivo, con un Gobierno que es el
camarote de los hermanos Marx pero en gilipollas profundos y sin ningún ingenio,
-no es solo mi opinión, Albiac ha dejado escrito que no hay nadie responsable
en ningún nivel de la Administración política del Estado-, cuyo destino estará en manos de los
Tribunales, con muy malas proyecciones de futuro si a este país le queda alguna
decencia, que salvo que Europa se vuelva loca y ponga la máquina de fabricar
dinero a trabajar noche y día esto no tiene solución, para este año necesitamos
del corte de 140.000 millones, 140.000 millones, joder, ¿de donde? por cierto
una Europa que tiene muy bien cogida la medida a este indocumentado y no le
concederá crédito personal ninguno ni a él ni al Gobierno que preside, que
dentro de su fraude intelectual habitual se permite falsear las cuentas y
mentir a Europa, e incumplir nuestros compromisos, el porvenir, por tanto, de España a dos meses
es absolutamente terrorífico, la fiesta del gasto irresponsable español creo
que tiene muy mal futuro, por tanto, es justo el momento de presumir de gasto
social cuando difícil será que tengamos para comer y cuando los ERTES no se están
pagando y en millones de hogares españoles no entra ni un céntimo. Bendita sea la política social del Gobierno.
La nueva
normalidad a la que se refería ayer yo la veo muy clara: Estamos perdidos. Será
la normalidad del cementerio económico español. Y ante Dios juro que me
gustaría estar equivocado, a mí también me va la vida en ello. Y, aun,
suponiendo el rescate europeo las condiciones van a ser de tal dureza que la
nueva normalidad va a ser, en el mejor de los casos, muy poco normal. Dicen que
Dios aprieta pero no ahoga, pero creo que en este viaje se va a quedar muy
cerquita.
Si Europa se
decide finalmente por el rigor presupuestario que propugna Alemania y los
países mejor gestionados del norte, España será devastada, arruinada y
sometida, y como pronosticó ayer la señora Roca, nos convertiremos, como mucho
y con suerte, en un Länder alemán sin ninguna importancia, borrados como Nación,
las decisiones se tomarán en Berlín. "Las migajas del rico, esas serán mis fiestas".
Las desmesuras del gasto público español
las conoce Europa perfectamente. Anticipo de previsibles medidas europeas. Un
ERE al 80% de la clase política española y pérdida total del sinnúmero de
privilegios que ellos solos se han concedido. Adelgazamiento del Estado, sobre
todo de las Autonomías, del orden del 30%, dos millones de funcionarios menos,
¿pensiones? ¿dependencia? ¿salario social? ¿liberados sindicales? chiringuitos diversos voraces con la generosa
teta del estado del bienestar desaparecidos y fulminados, así hasta que a
España, como dijo Guerra, no la conozca ni la madre que la parió. Si España empieza a ser gestionada con la seriedad en el gasto alemana, todos estos golfos que se dedican a la política ya pueden ir pensando en vender sus demagogias y sus tabarras bien lejos de España.
Tenemos un
Gobierno que ha invertido el don de Midas: todo lo que toca lo convierte en
mierda. No hay rama del Estado que no hayan degradado hasta el absurdo. La
Justicia está como está con una Fiscal General absolutamente desprestigiada y
un vicepresidente acusando en sede parlamentaria de corrupción a la
Magistratura al completo, la Sanidad -una de las mejores del mundo- tocada y
hundida con 40.000 infectados, record mundial, 20% de la sanidad española
contaminada, por culpa de la falta de eficacia del Gobierno con las medidas
protectoras, 40.000 muertos, máximo mundial en relación a población, el paro caminando imparable hacia el espacio exterior –yo había
pronosticado entre 7 y 10 millones de parados al principio, los pasaremos-, el
PIB con una caída previsible del 14%, peor que en la Guerra Incivil, del
Instituto Nacional de Estadística mejor ni hablar por puro desprecio, sin
cumplir en materia económica ninguno de los compromisos de control de gasto con
Europa, con más muertos por población que ningún país del mundo ¿Merece la pena
seguir?
Estaba yo
preguntándome si exageraba en mi pesimismo o era justo hacia lo que la Razón me
llevaba inevitablemente y como cada mañana al leer la Prensa me encuentro con
el artículo de Gabriel Albiac en ABC que creo que es de lectura obligatoria,
cuyo link os dejo aquí https://www.abc.es/opinion/abci-gabriel-albiac-juez-y-populista-202004292351_noticia.html
y que es mucho más ¿pesimista o muy buen análisis de la realidad? que el mío. Pues
dejarme deciros, los dos nos quedaremos cortos. Será peor.
Os pongo
solo el primer párrafo del artículo para abrir boca referente al análisis
comportamiento de Iglesias ayer en el Parlamento:
“Sin división estricta de
poderes, no hay justicia. Hay linchamiento: transposición azarosa del principio
de venganza. La acechante guerra del hombre contra el hombre se exime, así, de
norma o garantía. Y el Estado se perfila como homicida supremo. Cuando un
vicepresidente deslegitima a la magistratura, el Estado totalitario está a la
vuelta de la esquina. Porque el Estado totalitario, el Estado sin contrapesos,
es eso: la asunción de todo el poder por el ejecutivo. En tal concentración
cifraba Mussolini su gran invento. En su hipérbole asesina puso Hitler el
destino de Alemania”. Y
se olvida de la aportación comunista al culto a la personalidad de Stalin,
total solo fueron 80 millones de muertos, es solo una estadística.
Si Casado es medianamente
listo debe huir de cualquier apoyo al Gobierno como de la peste. El Gobierno no
busca la salvación nacional, busca solo salvar su culo y contaminar de
responsabilidad penal a todos los grupos parlamentarios para difuminar la suya.
Punto final a cualquier acuerdo. Esta crisis puede acabar de manera trágica
cuando los recursos se acaben. Y cuanto más continúen en el Poder el Gobierno
actual más complicada será nuestra salida de esta hecatombe. Por supuesto,
nadie me hará caso. Lo vengo diciendo casi desde el minuto uno de la pandemia
en mi blog. Ya me estoy acostumbrando a predicar en el desierto.
Y como ante este panorama
se acaban las risas y solo queda el llanto, os voy a poner, me voy a poner, una
sinfonía que nunca quiero oír ya que me hace un daño terrible, me arrasa el
alma, habla de la locura y de la soledad, del desamparo, de la devastación
mental, del dolor y de la muerte, pero esta funesta ocasión bien lo merece,
prefiero estar ya llorado ante lo que se nos viene encima.
Aunque para mí la mejor
ejecución de la Sexta Sinfonía, La Patética de Tchaikovsky, pertenece a la
Filarmónica de Viena dirigida por Von Karajan, los medios técnicos de grabación
han cambiado y mejorado mucho y he encontrado una interpretación bastante
notable de la Orquesta Sinfónica de Galicia que merece un homenaje por los
esfuerzos en construcción y difusión cultural de tantas gentes de bien y cuyo
link es:
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