EL
ÚNICO PACTO POLÍTICO POSIBLE HOY EN ESPAÑA
El tema español, mi
dolor, mi Patria, a estas alturas me aburre a unos niveles difícilmente
descriptibles al comprobar como con las generaciones más preparadas
culturalmente de la Historia de España, tengamos por elección libre el Gobierno
que tenemos -lo que es imposible de comprender-, y que el pueblo, en general,
esté dando muestras de heroísmo y de disciplina también como nunca en nuestra
común historia y que sin embargo muchos hayan votado lo que han votado y que todos los hacedores de opinión, los
politólogos y la mayor parte de los pensadores españoles estén dando tan bajos
niveles de análisis del desastre hacia donde nos encaminamos y la falta de
propuestas con la eficacia y la contundencia suficientes.
Es como si cuando
comenzaba a hundirse el Titanic los pasajeros dedicaran su atención a la ropa
que debían ponerse para la cena y la tripulación, con su Capitán a la cabeza,
dudaran si para esa cena deberían usar, o no, el uniforme de gala. ¿Querremos mirar de una vez la puta realidad
a la cara?
Llegamos tarde a todo,
de la improvisación al error y vuelta a empezar, sumidos en un bucle en el que
está metido un Gobierno que parece una gallina sin cabeza corriendo en círculos
derrochando nuestra sangre, dirigidos por unos políticos absolutamente
incapaces que nos están llevando a la tumba y a la pobreza: solo saben mentir e
intentar responsabilizar a los demás de sus errores criminales. Cesar Vidal ya
les ha advertido del panorama judicial que le espera al Gobierno en pleno.
Un dibujante gráfico
acertaba en la viñeta donde el presidente le decía a su vicepresidente
podemita “Ni en el peor escenario posible
teníamos previsto que tendríamos que gobernar de verdad”. Esta es exactamente
la situación. Y la Nación entera está llegando tarde a todo. Ahora se han dado
cuenta que el problema mayor no es la pandemia, lo es la crisis económica que nos
costará muchas más muertes. En mi blog https://humanitasetuniversalitas.blogspot.com/
lo tengo anticipado el 27 de marzo, reiterado el día 30 y viendo el panorama,
una reflexión sobre la muerte el día 3 de Abril. Nadie me hizo caso como nadie
me lo hará hoy.
Y también avisaba de
que la pretensión de que Europa pague la fiesta del gasto irresponsable español
era una ensoñación. No lo harán sin un duro rescate. Somos un país endeudado a
límites inconcebibles, sin posibilidad ninguna de pagar nuestra deuda exterior
ni nosotros ni nuestros hijos ni nuestros nietos, que no cubrimos nuestros gastos ni en tiempo de bonanza económica, con un nivel de gastos
demencial que ningún país serio de Europa consentiría ni asumiría para sí, con
unos políticos irresponsables que piensan que el dinero público no es de nadie,
con un diseño de Estado absolutamente inadecuado pensado solo para que todos los
políticos locales y nacionales puedan chupar de la teta, a niveles de sacar la vaca entera por la teta cuernos incluidos, donde con la mitad de la población
tenemos más del doble de políticos cobrando, gastando y robando que en Alemania
y donde un solo Ayuntamiento medio español tiene más coches oficiales con chófer que toda
Suecia. Somos el país con más coches oficiales del mundo, veintidós veces más
que la mayor potencia económica del mundo: USA ¿Acaso alguien piensa que
nuestros socios europeos no lo saben? ¿Que sus poblaciones desconocen estas desmesuras?
Y para justificar su
desvergüenza y su irresponsabilidad comienzan a acusar a Europa de
insolidaridad. ¡A Europa que nos ha ayudado más que nadie en nuestra Historia y que ha sido base de nuestra prosperidad!
Pues lo que nos espera es la intervención europea del Estado, barrer a la mayor
parte de una clase política incompetente y corrupta, o lo que es lo mismo, con un ERE del 80% de los políticos y un 100%
de sus inmerecidos privilegios que ellos mismos se han concedido, un rediseño
muy a la baja de las Autonomías, cercano a cero, y una reducción de
funcionarios públicos, entre el 30 y el 50%, seguramente para no provocar
revueltas sociales mediante no reposición de bajas y jubilaciones. Y veremos lo
que pasará con nuestras pensiones.
Y repito también otra vez que nuestra única esperanza es que ante el panorama que se avecina a nivel
mundial, el parón económico global, y lo que eso significó en la crisis del 29
que nos llevó a la II Guerra Mundial, las potencias de referencia decidan abrir
la espita del crédito irresponsable, como en la pasada crisis financiera
norteamericana, sabiendo que serán créditos que jamás podrán devolverse, pero
que nos permitiría seguir viviendo en esta ilusoria burbuja de prosperidad. Si
Europa, con el peso enorme de Alemania que tan bien conoció donde nos llevaría
poner la máquina de hacer dinero en falso en funcionamiento, donde la inflación fue de tal tamaño que se iba a comprar el pan con una carretilla cargada de dinero, decide tomar el
camino de la ortodoxia financiera y el rigor presupuestario, estamos perdidos
sin remisión.
Yo soy uno de los
muchos que han crecido a la sombra del verso amargo del Mío Cid “¡Dios, qué
buen vasallo! ¡Si oviesse buen señor!” ¿Quién me iba a decir a mí que a lo largo de
mi vida vería un señor, Felipe VI, muy por encima del pueblo que representa?
Aun cuando hoy se está comportando con demasiado timidez y debería retomar el
protagonismo social para concitar unidad, esfuerzo y esperanza. Y poner firmes a la clase política. ¿Y qué siendo yo partidario firme de
Instituciones libres y democráticas, como lo soy, y no de padres para el buen
gobierno de los hombres, vería la degradación de todas las Instituciones del
Estado, la degeneración absoluta de buena parte de la clase política, -Confucio ya nos dijo que las sociedades como los peces se pudren por la cabeza-, con el
consentimiento de un pueblo estupidizado en un porcentaje importante de la
sociedad, los mismos que votaron a Zapatero que nos llevó a un desastre social
absoluto y que incansables en el error hayan votado el Gobierno que padecemos.
Aristóteles tenía razón: “La Democracia deviene inevitablemente en demagogia y
corrupción”. En España para estos tiempos ese será el juicio de la Historia.
Felicidades. Lo hemos
vuelto a conseguir, en esta vuelta, además de mucha mayor ruina económica que
la ya pasada, tenemos muertos por millares. Este es el progreso de los que
siempre hablan de progreso, de progreso en progreso hasta la ruina absoluta de
todos mientras yo siga chupando del bote.
¿Pero alguien en su sano juicio puede votar a unas personas cuyo modelo de
sociedad es Venezuela e Irán, en la Europa del siglo XXI? ¿Votar comunismo, la ideología más asesina de la historia humana? Pues sí, en España
por millones. Joder, iros de una vez a Venezuela, tiene muy buen clima. Y Cuba
tiene clima y mulatas, según dicen la mejor herencia que dejamos en la isla.
Irán también tiene un clima apreciable y unas alfombras estupendas, salvo que lapidan a las mujeres adúlteras y cuelgan de las grúas a los maricones, lo tenéis que pensar un poco dada vuestra ideología.
Hoy en España, para
nuestra ignominia colectiva, no importan las mentiras, los robos, el dinero de
los parados gastado en casas de putas y drogas, los golpistas, el robo sobre
todo si es de los nacionalistas, -¿alguien entiende lo de Pujol y su familia en
la calle?-, las falsedades, las falsificaciones de títulos, da igual, jodamos a la derecha aunque sea
sacándonos un ojo, el problema es que ahora vamos a quedarnos sin el segundo ojo
y solo nos quedará uno, vayámonos pues poniéndonos en la postura adecuada para
recibir lo que merecemos.
Hay una Ley tan
inexorable como la Ley de la Gravedad “Ponga vd. a un ignorante dogmático al
frente de una sociedad y tendrá un desastre garantizado”. ¿Acaso alguien puede
pensar que esta crisis la pagarán los hijos de Botín? ¿Los hijos de los
políticos? ¿Los del casoplón en Galapagar? ¿Los hijos de los poderosos? Pues
aquí va otra Ley también de obligado cumplimiento “De las crisis los ricos
salen más ricos y los pobres más pobres”. Lo sabéis, en la crisis pasada pasamos de entrar cinco sueldos en la familia a vivir con la pensión
de los abuelos y a tener que mal vender las casas.
Ortega ya nos dijo hace
muchos años que declararse de derechas o de izquierdas es dos formas de
declararse simplemente como un gilipollas confeso. Las sociedades modernas al
día de hoy son tan complicadas que no necesitan como gobernantes a ideólogos
activistas políticos ni a demagogos, necesitan buenos gestores, ¡gestión,
gestión!, eso es lo que necesitan las sociedades actuales. El pensamiento para
filósofos, científicos y pensadores en las distinta ramas del saber, los
acreditados con base suficiente. La diferencia entre un pensador y un político
se mide en distancias astronómicas, es la misma que existe entre los que
escribieron la Biblia y los que como loros la recitan.
Al día de hoy para el gobierno
de las sociedades los políticos empiezan a ser el problema y no la solución ya
que no están capacitados ni para el pensamiento ni para la gestión. Ya lo he
escrito anteriormente que España es un Formula Uno conducido por gente
preparada solo para conducir carretillas y eso con mucho esfuerzo. La clase política dirigente no busca gente preparada, busca cómplices que tapen sus errores, escondan sus delitos y cubran sus excesos. Y es casi una evidencia universal. Así nos va.
En estos tiempos de
angustia y desolación el presidente español pretende reeditar unos
falsificados Pactos de la Moncloa que
nadie sensato va a suscribir ya que lo único que pretende es compartir
responsabilidades huyendo de las suyas y del Código Penal y su vicepresidente
se dedica a cantar loas a una futura III República, en claro delito intelectual ante el
orden constitucional vigente, ante el éxito clamoroso de la Segunda República, que fue
ejemplo para el mundo de robo, sangre y barbarie. Bendito sea. Ese es un buen
futuro.
Volvamos a España y al
único pacto nacional posible si queremos construir un camino de esperanza para
poder salir de la crisis en un tiempo razonable. El Consejo de Ministros en
pleno con el Presidente al frente deben acudir al Rey, presentar la dimisión en
bloque y ponerse a disposición de la Justicia por los miles y miles de muertos
de los que son responsables y el desastre económico y social que han provocado.
Este gesto de humildad y nobleza tal vez les evite miles de años de cárcel.
Y el Rey debe llamar a
formar un gobierno de salvación nacional con las mejores cabezas políticas y
gestoras que tenga la Nación, tienen que hacerse cargo de este barco a la
deriva personas con experiencia acreditada como Felipe González, Redondo, Guerra, Leguina, Aznar, Rajoy, Rosa Diaz, Francisco Vázquez, etc., etc., -tienen edad y experiencia para gobernar solo por patriotismo-, que conocen muy bien la gente
capacitada disponible, que hay muchísima en España, y sin tener que pagar
deudas con cargos para incapaces de los que hoy está el Gobierno a rebosar,
como ejemplo, además de los ya puestos y de todos ellos, el Ministro de
Sanidad, el tal Illa que no tiene ninguna acreditación en gestión sanitaria y
que si tuviese un mínimo de decencia y sentido moral hubiese dimitido en el
minuto uno de la pandemia, ya que era consciente que era Ministro por la cuota
catalana, no por su preparación para el cargo. ¿Podrá dormir por las noches
soñando con filas de ataúdes? ¿Con la morgue del Palacio de hielo? ¿Con las
residencias de ancianos donde han muerto por miles en soledad y desamparo? ¿Con su gestión
nefasta? ¿Con las responsabilidades en
las que ha incurrido? ¿Lo podrá hacer alguien del Gobierno? ¿Acaso ninguno
tiene padres y madres ancianos y desconocen el dolor de tantas familias
españolas? ¿Acaso creen que nos olvidaremos? ¿Que lo van a poder pagar con palabras y mentiras?
¿Lo entienden, verdad?
¿Es necesario decir algo más? Por mi parte renuncio, no sé si moriré antes del
corona virus o de asco. Uno puede morir por muchas causas, por la familia, por
la Patria, por heroísmo como los sanitarios en el combate contra el corona virus, pero morir por incompetencia gubernamental, por ambición de dinero y
notoriedad en ocupar puestos que no saben gestionar, es jodido. Necesitamos
gestión, capacitación y credibilidad. O es este el camino a recorrer o nos
esperan tiempos muy difíciles.
Por supuesto elegiremos
los tiempos muy difíciles. Lo pagamos nosotros.
Hoy mismo hace Albiac un duro y acertado alegato en ABC y afirma, como yo lo estoy haciendo, que no hay ningún político capacitado al frente de ningún servicio del Estado. Y así termina su artículo:
“En esta tierra de nadie hemos sido abandonados:
páramo de solitaria servidumbre. Llamar sociedad a esto es un insulto”.
Yo prefiero hoy despedirme de
un modo más festivo, más burlón y más insultante. “Política, arte ramplón,/ que
se aprende mal y pronto/ y en la española nación/ es constante ocupación/ de
algún sabio y muchos tontos. M. Palacios”, evidentemente exageraba el coñón: no
se ve ningún sabio en la clase política española.
Pero burlas amargas aparte es inevitable volver a
Quevedo y a su famoso y dolorido soneto.
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