¿Están sonando las siete trompetas
anunciando el Apocalipsis?
“Todas las Artes producen
cosas maravillosas excepto el Arte de gobernar que solo produce monstruos”
Cuentan un chiste que a mí me hace
bastante gracia. Una persona contempla la ciudad de Nueva York desde una
ventana muy alta de un rascacielos y de
pronto ve pasar a una persona que ha caído al vacío desde más arriba y le
grita desesperado "Se va vd. a matar". Y el que está cayendo le
contesta "Profetaaaaaa".
Y esto viene a cuento de que hoy el Gobierno que nos está
jodiendo a conciencia no sabe qué se va a matar, pero si sabe que con su
incompetencia nos está matando y le da igual, no sabe hacer otra cosa, sigue el
postureo y la demagogia, lo que les ha llevado al Poder y lo que les debería
conducir al patíbulo. De manera que voy a hacer de Profeta al que nadie escucha, para
recalcar lo evidente, eso que nunca se quiere ver hasta que nos estalla en la
cara.
Hay una frase que me parece bastante adecuada para
describir la situación que en España estamos viviendo. "Tenemos el
peor Gobierno posible en la peor situación posible" de manera que lo
tenemos bien jodido.
Y debo volver a la pregunta inicial. ¿Están sonando las
siete trompetas anunciando el Apocalipsis? Y voy a intentar contestar en
relación a la situación española, que es en estos momentos de incertidumbres mi
sociedad de referencia. Y en relación al Gobierno que nos ha tocado en
desgracia en esta pandemia que la Humanidad está sufriendo en estos
momentos solo me viene a la cabeza el dolorido pensamiento de
Chateaubriand “¿Ha sido para llegar a la miseria de hombres -de ideas- y
de cosas del momento presente por lo que hemos pasado y malgastado tantos
crímenes, desventuras, talento, libertad y gloria? ¿Acaso cabe suponer que un
rebaño de sórdidas mediocridades puedan poner en práctica los altos ideales que
la Humanidad necesita?”. Ni siquiera el mínimo de eficacia en la gestión que
tanto necesitamos en esta crisis.
Y tengo para mí que solo una Nación muy enferma de ignorancia, envenenada
de ideologías malsanas y de demagogias puede tener por elección libre el
Gobierno que padecemos. Me viene a la cabeza un antiguo pensamiento que decía
más o menos que debemos ser muy cuidadosos con la elección de nuestros
gobernantes ya que una buena parte de nuestra seguridad, de nuestra prosperidad
y de nuestra felicidad depende de que elijamos a los adecuados. Nosotros es
evidente que no lo hemos hecho.
Pero miras el mundo y ves, como ya vaticinó Aristóteles, que “la
Democracia deviene inevitablemente en demagogia y corrupción” a la vista está
en estos momentos en España, y a mucho peor en eficacia gestora de estos
impostores que están condenando a muerte a miles de españoles por ocupar cargos
para los que no están preparados y siguen pensando que sus crímenes se pueden
seguir pagando con palabras. Veremos hasta donde llega nuestro nivel de
ignominia colectiva. Y si escaparán sin
pagarlo. “Si un
pueblo pretende ser ignorante y libre al mismo tiempo, pretende algo que no se
ha conseguido ni se conseguirá jamás. Jefferson”.
Con respecto
a población no sufriremos un Apocalipsis salvo para pensionistas. En Madrid por
falta de respiradores dicen que están sedando a los mayores de 65 años para
ayudarles a morir, lo que evidentemente contradice cualquier concepto de
bioética médica. Los que estén tomando esas medidas de medicina de guerra deben
saber que serán responsables penales de un grave delito.
La mejor
vacuna la están fabricando los enfermos que sobreviven: la inmunización. A la
espera de que la Ciencia nos proporcione una vacuna adecuada para el resto que
continúen vivos hasta que llegue, saldremos de esta con una Humanidad tampoco
excesivamente afectada: esta no es la peste negra, no llegaremos ni de lejos a
los números del SIDA ni siquiera a los números de la gripe llamada española del
18, ni tampoco a la gripe corriente cobrados a lo largo de los últimos diez
años. ¿Un millón de muertos, tal vez? ¿El 0,0133% de la población?
Pero si
sufriremos un Apocalipsis total en el tema económico y nos costarán muchas más
vidas que el Corona virus, muchísimas más. Tal vez un 20% de la Humanidad,
1.500 millones de seres humanos, si la Economía entra en una profunda depresión
y se interrumpe el flujo de suministros médicos, farmacéuticos y alimenticios a
nivel mundial y juro que no hay nada en el mundo que me gustaría más que estar
equivocado. Yo estoy incluido en ambos supuestos.
Miro las
decisiones del Gobierno de España en el tema económico y, o yo estoy
completamente loco o el Gobierno está completamente loco. Me inclino por esta
última opción. Lo que voy a exponer a continuación se refiere al tema español,
en otros países que cada cual tome de estas ideas la parte que crea que le
puede corresponder.
Están
tomando decisiones como si esto fuese un tema puntual que en un par de meses se
va a arreglar y que volveremos a la situación previa. ¿Alguien medianamente
cuerdo puede creer esto? Pues sí, estos orates del Gobierno español. Y, además,
me temo que lo creen muchos otros países. El Gobierno acaba de anunciar que los
impuestos continúan igual, hay que pagarlos sin moratoria, ya, el dinero se
necesita hoy, y como saben que para la inmensa mayoría es imposible,
tarariiiiiiií, el truco del circo en el número más celebrado de los payasos: el
Estado avalará a las empresas y particulares para que consigan créditos
bancarios para pagar los impuestos. No es broma, no se rían, es verdad. ¿Acaso
piensan que habrá un banquero privado en
el mundo que de un crédito con el aval de un Estado que estará en quiebra en
dos meses? Si el aval no lo da, y con muchas dudas, el Banco Central Europeo,
no habrá Banco en el mundo que de dinero con el aval de Estado español, y menos
para pagar sus propios impuestos.
Tenemos un Estado
empeñado en deudas hasta las cejas y bastante más arriba. Tenemos deuda emitida
por el 97% del PIB español sin posibilidad alguna de pagarla ni ahora ni en
cualquier futuro previsible, con una estructura estatal que es una máquina de
gastar dinero irresponsablemente, con una clase política que en su desmesura de
gastos y privilegios de golfos desatados están dispuestos a seguir ordeñando a
la vaca hasta sacarla entera por la teta, cuernos incluidos. Estamos en un país
donde el empleo público y los políticos muy bien pagados están cerca de superar
en empleos a toda la actividad económica privada de la Nación, donde piensan
que el dinero crece en los árboles y que esta situación es permanente,
inevitable y que este es el orden natural de las cosas.
Pues no. El
mundo no funciona así. Ahora cada Nación va a mirar por sí. Y la pretensión de
España de que los países ricos mejor administrados sigan pagando la cuenta de
la juerga es un espejismo. Harán como con Grecia, créditos con aval soberano
para rescatar los compromisos de sus entidades financieras. Se salvarán ellos.
Serán muy difíciles otras ayudas que no comporten el rescate. Hablaremos del
rescate. Dudo que ante el panorama mundial que se avecina tengan mucho interés
en rescatarnos. Me temo más que primero nos dejarán tocar fondo para que cada
euro suyo valga por cien actuales en la compra de activos españoles. Si nos
queda algún activo.
Pero primero
como con cualquier empresa en peligro de quiebra contemos los activos. Y el
conteo es desolador. Todo el sector primario, agricultura, pesca, minería,
etc., no llega al 3% del PIB, la industria sobre el 20%, del cual el 50% es el
sector del automóvil, una de nuestras grandes partidas de exportación, y casi
el 70% del PIB, son los servicios, donde el turismo representa la gran partida,
del orden del 15% del total y los autónomos, 3,3 millones de pequeñas, de
diminutas empresas, a veces con un solo trabajador, casi todo el resto.
Pues démonos
por jodidos si estos son nuestros activos. Aviso a navegantes: intentarán
arramblar con todo como hicieron en la Guerra Incivil que llegaron a saquear
las cuentas corrientes, las cajas privadas de los bancos, el oro del Banco de
España y hasta las monedas de oro del Museo Arqueológico Nacional. En nombre de
la solidaridad tomarán licencia para robar y huir.
El año
pasado recibimos 80 millones de turistas. Este año no llegaremos a cinco
millones en el mejor escenario, seguramente no llegaremos al millón. Cientos de
miles de pequeños negocios quebrarán. La automoción y la construcción tendrán
un recorte parecido, nadie asumirá pagos de nuevos créditos por compras en el
escenario que se avecina. Tenemos un paro estructural de 3,3 millones. En esta
situación llegaremos al menos a 7 millones y podríamos llegar a 10. Los trabajadores
autónomos viven precariamente mes a mes trabajando de sol a sol y muchos
gastando los ingresos que esperan del mes próximo. . Con su
actividad suspendida ¿cómo cree el Gobierno que podrán pagar impuestos y
cotizaciones a la Seguridad Social cuando no tendrán ni dinero para comer?. La
mayoría saldrá de la legalidad e intentará sobrevivir en una economía
sumergida.
Decía Keynes
que la economía en el mundo funciona con un poco de dinero y toneladas de
confianza. El problema es que la confianza es la mercancía más volátil del
Universo. Ni habrá dinero ni habrá confianza. Lo más previsible es que tengamos
una crisis mundial de mayor importancia que la del martes negro, 29 de octubre
del 29. Sabemos sus consecuencias, caída de Gobiernos, revoluciones, ideologías totalitarias y II Guerra Mundial:
100 millones de muertos.
Escenario
cercano. Paralización económica muy difícil de reiniciar. ¿De dónde va a salir
el dinero para pagar los servicios básicos de un Estado sobredimensionado y
voraz que en sus mejores escenarios económicos los ingresos no cubren nunca los
gastos? Deberíamos ir pensando en un ERE para el 80% de la clase política y el
100% de sus privilegios y en cuanto al empleo público tendríamos que reducir su
costo en un 50%, sea con un ERE al 50% de los funcionarios sea reduciendo el
50% los sueldos. ¿Alguien cree que esto se hará o que morirán matando? Morirán
matando, no habrá dinero para pensiones, ni medicinas, ni para el seguro de
desempleo, ni para nada de lo que sea necesario para la base de la pirámide,
nosotros el pueblo. Los últimos recursos serán para ellos, los que siempre
hablan de Justicia social para robar. La Justicia social que entienden es la
suya, la que creen que ellos se merecen y no los que trabajan. Pero esta vez se
enfrentarán a un pueblo muy enfadado que pedirá cabezas.
¿Existe la posibilidad
de un escenario distinto a este macabro, real y apocalíptico que he dibujado?
Si, la misma que se aplicó a la crisis financiera Norteamérica del 2008, la
mayor estafa económica de la Historia de la Humanidad como desarrollo in
extenso en mi obra Humanitas et Universalitas. Dado que hace mucho tiempo que
el dinero no está respaldado por nada, que es una entelequia, una ficción, simples anotaciones digitales, pondrán la máquina crediticia en marcha, dinero para todos, de hecho algunas
monedas de referencia ni saben ni quieren saber la masa monetaria emitida, que
siga la fiesta, sabiendo que nunca podremos pagar los créditos, pero al menos
seguiremos viviendo en el País de las Maravillas. Ójala sea este el camino
elegido: nos va la vida en ello. Y contamos con la complicidad desinteresada de
todos los altos cargos del mundo “Lo más importante que tengo que hacer en mis
altas responsabilidades es conservar el cargo”. Al precio que sea. ¿Podrán?
En cuanto al
origen y el desarrollo de la pandemia el análisis es bastante sencillo. El
virus puede ser casual, intencionado o producto de un accidente en un
laboratorio que esté desarrollando cepas de guerra biológica, dentro de la
conocida Ley de Murphy que afirma que todo lo que pueda salir mal, saldrá. Mi
opinión personal es que es casual pero la precisión de un virus dirigido a
podar el costoso árbol de las clases pasivas, del costo de las pensiones de una
población envejecida a niveles nunca pensados cuando se asumió el costo del
seguro de vejez, puede ser un argumento con alguna validez.
En cualquier
caso era inevitable, si juegas con fuego como actividad principal, antes o
después te quemarás, y como en la mayor parte de las grandes cuestiones que
atañen a la Humanidad en su conjunto la previsión, la preparación y la
respuesta está siendo lamentable. Conviene mirar un vídeo de la RAI y el corona virus que circula en las redes.
Y la gestión
de la crisis evidencia que la organización social de la Humanidad está
profundamente equivocada, que hoy nos toca pensar y organizar el mundo y a la
Humanidad como una unidad, y que la clase política a nivel mundial comienza a
ser el problema y no la solución. No están capacitados para lo que el mundo
necesita, su tiempo ha pasado. Y lo que el mundo necesita con desesperación son
sueños, proyectos y gestión eficaz, para un mundo que hoy es muchísimo más
pequeño que la Francia del siglo XV, el protagonismo social debe pasar a
pensadores y científicos, no a nivel consultivo sino a nivel decisivo si
queremos tener algún futuro como especie. Y la gestión de la Humanidad y del
planeta es inevitable que sea común.
Tengo un
trabajo publicado en las principales plataformas digitales e impreso en Amazon,
HUMANITAS ET UNIVERSALITAS, y una página web humanitasetuniversalitas.com donde
desarrollo muchos de los temas más importantes para el futuro de la Humanidad,
y en relación a la guerra biológica en el noveno capítulo de mi trabajo, “de la
Economía y de la Guerra”, hace unos quince años escribía lo siguiente, literal:
“Ante la cercanía no hay escudo
posible y la complejidad del entramado humano hace que el edificio total sea
tremendamente frágil. Solo un arma nuclear portátil de pequeña intensidad
colocada en las cercanías de los órganos vitales de esta interdependiente sociedad
humana puede producir una catástrofe de tal naturaleza que la Humanidad puede
retroceder varios siglos en su evolución y cambiar la configuración total de
nuestra civilización.
Y superior preocupación resultan ser las armas químicas y biológicas y sobre todo el bioterrorismo, ya que las armas convencionales, incluidas las termonucleares, tienen un impacto determinado, enorme, terrorífico, que incluso pueden hacer inhábil para la vida humana grandes superficies del planeta, pero determinado, mientras que las biológicas pueden iniciar procesos que tal vez no tengan solución ninguna, primero porque la contaminación no es de la superficie sino de la población, segundo porque la contaminación puede alcanzar a países enteros, incluso a continentes, e incluso al total de la Humanidad, con muy fácil difusión incluso involuntaria merced a esta nueva cultura global y viajera, y tercero porque con la manipulación de los códigos genéticos de virus y bacterias, con la recombinación de los efectos letales de diversas plagas -ántrax, ebola, viruela, etc- en nuevos microorganismos patógenos, tal vez se puedan producir enfermedades para las que la Humanidad no tenga solución distinta que perecer.
Incluso de
modo casual, la mutación vírica y bacteriológica, siempre en proceso constante,
el salto de virus o bacterias interespecies, superbacterias resistentes a los
antibióticos en aumento, en este loco mundo de la agricultura intensiva donde
se alimenta animales con carne de esos mismos animales que finalmente nos
sirven de alimentos a nosotros, muchos con altas dosis de antibióticos y otros
medicamentos y sustancias tóxicas,
pesticidas, abonos orgánicos e inorgánicos, plásticos y microplásticos
en aumento como alimentación venenosa para muchas especies, fijación de metales
pesados, sobre todo mercurio, en toda la cadena trófica que termina en los
seres humanos por medio de la alimentación sobre todo por especies marítimas,
especies vegetales y animales contaminados, especies invasivas e incontroladas,
en esta Humanidad globalizada y totalmente permeable, puede colocarnos en
cualquier momento antes situaciones sin solución posible. En muchos campos, en
éste especialmente, la Humanidad camina sobre el filo de la espada, olvidando
las numerosas pestes que han asolado el mundo en diferentes épocas y el costo
que pagamos.
Tucídides
nos narró la peste de Atenas, 431 a.C. que propició la decadencia de Grecia,
otra tuvimos bajo Justiniano en el siglo V con 30 millones de muertos, la peste
negra en el XIV mató al 35%, uno de cada tres, de los habitantes europeos y el
descubrimiento de América en el XV llevó consigo el desembarco de patógenos
como la de la viruela, el sarampión, la salmonela, otras muchas enfermedades
infecto-contagiosas para que los nativos americanos no tenían defensas
provocando tal vez el genocidio involuntario más importante de la Historia de
la Humanidad muriendo entre el 50% y el 85% de la población nativa, entre 50 y
100 millones de muertos, según distintos estudiosos, a sumar guerras, robo de
tierras, esclavitud, hambrunas al romper
la cadena trófica de alimentación de nativos de culturas nómadas, como pasó con
la casi extinción del bisontes, trabajos insalubres y otras muchas causas por todos
conocidas.
Sufrimos
flagelos semejantes, aunque menores, en los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX, y en
el siglo XX la llamada gripe española, aun cuando empezó en Fort Riley, Kansas,
1918, nos costó 100 millones de muertos y en los tiempos actuales el Sida ya se
ha cobrado 25 millones de muertos, otros 50 millones tienen la enfermedad, el
contagio continua en aumento y algunos estudios estiman que la cifra final de
muertos superarán en número a las víctimas de la peste negra. Al día de hoy,
las ingentes multitudes sin protección sanitaria pueden descontrolar una
pandemia nueva hacia escenarios sin posible contención.
Con razón a
esta terrible posibilidad de la guerra biológica se la conoce con el eufemismo
de la “bomba atómica de los pobres”, ya que países sin gran base industrial,
sin las grandes inversiones de la tecnología nuclear, sin importantes
Ejércitos, casi sin otra cosa que maldad, ignorancia y determinación, algún
enloquecido sistema puede acabar con la Vida en este planeta.
Por tanto no
parece que en este camino esté la solución. Sin duda algún efecto disuasorio
tendrá, sin duda alguna defensa de superior nivel supondrá, pero a un costo tan
disparatado para unos resultados tan notoriamente insuficientes ante el
análisis de la realidad observable, que este parece más un plan a la medida de
los intereses del complejo financiero-industrial-militar cuyas necesidades de
nuevos proyectos que alimenten su insaciable e inacabable voracidad de una
actividad desaforada durante la Guerra Fría y que ahora, desaparecidos los
enemigos más evidentes, necesita imperiosamente que aparezcan otros, que sin
duda aparecerán, o en caso necesario será preciso inventarlos y se inventarán.
En este
comienzo del tercer milenio, en este nuestro segundo decamilenio de acceso a la
consciencia historiada como especie, lo que empieza a mostrarse evidente es que
las ideologías políticas que conformaron el suelo conceptual del XIX y del XX,
han dejado de tener vigencia, no contienen respuestas para nuestros futuros
previsibles. Y de nuevo nos encontraremos con la terrible dicotomía: o número o
mérito.
Por supuesto
que las antiguas y siempre actuales exigencias de progreso, Justicia, dignidad,
libertad, de desarrollo moral, intelectual, científico y económico, están tan
pendientes de cumplimiento como siempre, como siempre en las esperanzas y en
los sueños de la Humanidad, pero hoy la parte sensible de la Humanidad más
civilizada tiene asumidos como propios todos estos conceptos, las personas
educadas y formadas, los mejores entre nosotros, resultan ser una mezcolanza de
conceptos asumidos pertenecientes en origen a ideologías enfrentadas y
excluyentes que hoy sus conceptos destilados por el tiempo resultan ser de casi
asunción universal.
………….”
Y, como dada
mi edad y mi historial de salud, estoy plenamente de lleno en el grupo de
máximo riesgo, quiero ceder mi papel de Casandra aburrida por la maldición de
Apolo de ser ignorada en sus predicciones y prefiero despedirme con el dulce
aroma de la poesía de un poema gestado por una humilde monjita de clausura de
vida encerrada y contemplativa por elección, flor escondida, Lucía Carmen de la Trinidad, del
Carmelo Teresiano de Antequera, hermana, si hermana de todas las almas
sensibles y doloridas por esta Humanidad capaz de lo peor, casi siempre, pero
también capaz de crear universos de sensibilidad y belleza, como el que sigue,
en la hermosa voz de un rapsoda, Manuel Muñoz, que magnifica el poema y
acrecienta la emoción y la belleza. Este enlace es para escuchar “Si sabrá la
primavera que la estamos esperando….”:
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