VERSIÓN AMPLIADA ¿ESTAMOS CONSTRUYENDO UN NUEVO DIOS? ¿Ha venido la IA a sustituirnos en la carrera evolutiva?
¿ESTAMOS
CONSTRUYENDO UN NUEVO DIOS?
¿Ha
venido la IA a sustituirnos en la
carrera evolutiva?
VERSIÓN AMPLIADA
Dándole vueltas y vueltas al tema
Hoy es imposible abrir
un medio de comunicación sin que algún experto esté teorizando sobre el gran
tema de la IA, de la Inteligencia Artificial, la gran novedad de este año, una
invasión masiva que amenaza a dar nombre a una nueva época histórica. Y la
verdad es que lo merece.
El tema tiene dos
grandes carencias. La primera que ignora que de la IA muchos ya estábamos
hablando y escribiendo y otros muchos trabajando hace más de veinte años ante
la mirada indiferente de la Sociedad, que tendría que haberse empezado a
preocuparse entonces, cuando estábamos a tiempo de controlar bien su desarrollo
y que fuimos ignorados, entre otros más meritorios yo mismo en mí obra Humanitas et
Universalitas. Al final os pondré algo de lo que adelantaba de este tema como
futuro predecible.
Y la segunda es que los
que hablan, y no paran, de este tema son los tecnólogos que cantan las
maravillas de este nuevo desarrollo informático y que no son los adecuados para
hablar con alguna autoridad sobre un desarrollo tecnológico que puede cambiar
la Historia Humana. Y según algunas voces muy autorizadas dicen que puede poner
fin a la Historia Humana.
Eso pertenece a un
mundo de responsabilidades históricas cuyo desarrollo no puede ser dirigido por
personas que solo están interesadas por el volumen gigantesco del nuevo negocio
para las grandes corporaciones tecnológicas que están solo dirigidas por su
Cuenta de Resultados. Esto pertenece a otro nivel de responsabilidad social
cuyas voces más autorizadas a nivel intelectual pertenecen a los filósofos, a los
expertos en Derecho y en Ciencias Sociales, a los grandes pensadores y a los
mejores moralistas de la Humanidad, sean o no religiosos.
Algunos Gobiernos
parece que han detectado la gravedad del problema y están creando
organizaciones en esta línea de trabajo cuando ya empieza a ser muy tarde,
aunque auguro el fracaso inicial de estas iniciativas hasta que la conciencia
general y Universal despierte de su letargo. Y esperemos que lo haga a tiempo,
aunque lo dudo.
El Poder de las grandes
empresas tecnológicas es infinitamente superior al de muchos Estados o
agrupaciones de ciudadanos, salvo que USA decida empezar a pensar en el
problema, con el muro castrante de la influencia de los lobbies en la política
norteamericana. Y el problema de la dispersión del Poder entre demasiadas Naciones
que pueden actuar según la lógica de sus intereses -China y Rusia, especialmente-, cuando éste es un tema que
compete a la Humanidad al completo y que por la Humanidad al completo, por los
mejores de nosotros debería ser controlado, tutelado y dirigido. Nos estamos
jugando la vida y la vida de nuestros hijos, el futuro de la especie.
Permitirme daros un
susto con una mirada un poco más elevada que la simplemente tecnológica: éste
es un tema en el que entra Dios, las Religiones enteras, la Filosofía al completo, en el
que entra también el total del concepto integral de la Humanidad y también la
dignidad individual de todos y cada uno de los seres humanos que habitamos el
planeta. Estamos hablando del futuro absoluto de la Humanidad e incluso de la
desaparición de la Humanidad.
Algunos científicos
adelantaron ya hace mucho tiempo que la IA viene a sustituirnos en la carrera
evolutiva, ya que su desarrollo intelectual y de conocimientos alcanzará una
velocidad de desarrollo que nos dejará atrás, muy atrás, en muy pocos años, ya
mismo, lo que nos colocaría a nosotros en la posición evolutiva de los
chimpancés en relación a nosotros al día de hoy y eso en muy poco tiempo, y en
un poco de tiempo más mucho más lejos, ya que nosotros tenemos una evolución y una capacidad cerebral marcada por la evolución que es muy lenta mientras que la evolución de
la IA pudiera ser exponencial.
Y éste es el tema. Mi
opinión expresada hace más de veinte años es que no es para este triste destino
de ceder nuestro desarrollo evolutivo a una inteligencia artificial
desarrollada por nosotros después de las miríadas de sufrimientos, sangre,
sacrificios, luchas, sufrimiento y horror, que hemos pasado para llegar hasta
aquí y para ahora ser arrinconados, muertos y olvidados por una inteligencia
creada por nosotros…. No, ese no puede ser nuestro destino, que creemos a un
Dios nuevo para ser esclavizados y fagocitados por Él, destruidos por nuestra
propia obra.
¿Y qué pinta Dios en
este tema? Pues pinta mucho, pinta muchísimo. A ver cómo lo explico. En
Filosofía hace ya mucho tiempo que se teorizó sobre la idea de Dios como una
creación universal de la Humanidad como respuesta también universal al miedo, a
la incertidumbre, a la injusticia, ante la inevitabilidad del dolor y de la
muerte, definido como el Gran Consolador Universal de las miserias humanas, la
acción refleja a los muchos misterios del existir, el Depositario de nuestros
sueños y esperanzas, el lugar conceptual
donde encontrar consuelo cuando todo en la Vida falla.
Con la locura
consiguiente de crear un Dios para tener miedo de Él y ser esclavizados, sobre
todos por los que dicen que le representan en esta Vida y que solo se
representan a sí mismos. Muchos han competido y siguen compitiendo por este
Poder Total, tanto de Vida como de Pensamiento, como de Muerte y de Vida Eterna,
en la Historia Humana.
Y a lo largo de los milenios de la lenta evolución de la especie humana, hemos hecho o nos han hecho, todo Tipo de Dioses. Desde el Sol como Dios supremo, la Luna, el espíritu de los bosques, o de las llanuras, el Universo Sumerio o Egipcio o Babilónico, los dioses nórdicos y el Walhalla, las muy elaboradas religiones americanas y sus restos monumentales, sobre todo de Incas y Mayas, el Panteón politeísta Greco-romano, donde los dioses andaban por el cielo y por la Tierra, sin desperdiciar el amor galante con las hijas de los hombres, dioses a veces demasiado humanos, mis preferidos, más dioses de todo tipo, para el hogar, para las tormentas, las filosofías morales-religiosas chinas, las religiones morales reflexivas e introspectivas budistas, el inacabable Panteón Hindú, no sería exagerado afirmar que cada pueblo ha creado sus propios dioses para cada necesidad, y una gran parte de la Humanidad ha llegado al monoteísmo feroz de la Biblia, con sus tres hijos en lucha permanente hasta la muerte.
Esta idea del monoteísmo a mí siempre me ha producido una sensación extraña, la idea de que no estoy muy seguro de que sea buena para la Humanidad ya que viendo su Historia más que extendiendo el Amor y la fraternidad Universal parece que ha extendido la confrontación violenta entre judíos, cristianos e islámicos, que, teóricamente somos hermanos al ser hijos del mismo Dios. Cuando las Religiones arman brazos y no corazones, al menos hay que repensarlo.
Y luego tampoco entiendo que sea bueno para Dios. ¿Alguien ha pensado alguna vez en la soledad de Dios? ¿Habéis pensado tan siquiera un momento lo que tiene que ser Consciencia y Soledad, sin Principio y sin Fin? ¿Y sin Pasado y sin Futuro? ¿Con Todo en un Presente Perpetuo? Nada se mueve, la película está inmovil, en tiempo presente y constante el Principio y el Final. ¿Os imagináis lo que puede ser para una Inteligencia esta situación? ¿Es posible conservar la Cordura en esta situación, ya que cuanto más inteligente se es, antes uno de aburre, al menos a nuestro nivel?. ¿Es posible que esta idea de un Dios poderoso y amenazador bíblico que nos asusta, nos amenaza y nos atemoriza, Uno en soledad perpetua, sea también un castigo para Él? En fin, solo pregunto, personas más inteligentes tal vez tengan contestaciones.
Circula una anécdota
graciosa de un creyente monoteísta discutiendo con un ateo cada cual
defendiendo su idea, y le dice el ateo: “Mira, tú y yo estamos casi totalmente
de acuerdo. A lo largo de la Historia la Humanidad ha adorado a unos 30.000
dioses distintos. Yo no creo en ninguno de ellos y tú solo en uno. Ya ves que lo que
nos separa es totalmente insignificante”.
Hablar de Dios es un
tema importante, largo y complejo, en mi obra yo dedico un capítulo entero
dedicado a las Religiones y a la Filosofía, -lo que suena muy prepotente, y lo es, ya que la Humanidad le ha dedicado muchas vidas, muchísimas, y bibliotecas enteras, pero a mí solo me interesa lo esencial-, las dos ramas fundamentales del
conocimiento del ser humano para intentar explicarse a sí mismo hacia dentro y
para encontrar algunas respuestas tentativas hacia fuera de sí mismo en cuanto
a la realidad de la que forma parte.
Algunas
ideas fundamentales. Nadie jamás ha podido demostrar la existencia de Dios y
nadie jamás ha podido demostrar la inexistencia de Dios. Todos los que dicen
que hablan en nombre de Dios mienten, ya que nadie jamás ha podido aportar
jamás prueba fehaciente ninguna de que eso sea cierto y su único soporte de lo
que afirma es su propia declaración.
Y eso es lo que el alucinado de turno dice que Dios le ha dicho
a él en exclusiva. Y eso ya se convierte en palabra de Dios sin
ninguna otra acreditación. Y con esta endeble base los seres humanos somos
capaces de morir y matar por dichas palabras.
En esta situación parece que lo razonable es la postura del
agnóstico, asumir la verdad, y la verdad es que no sabemos lo suficiente para poder afirmar la
existencia, o no, de Dios. Como es natural en distintos porcentajes sobre el sí
o el no dependiendo de tus convicciones.
O puedes participar en
la apuesta de Pascal: Creo en Dios: Si existe voy al Cielo, si no existe no
pierdo nada. No creo en Dios: si existe voy al Infierno. Si no existe, no
pierdo nada. Tú verás.
Lo gracioso de este tema es que las mejores cabezas que ha
producido la Humanidad jamás han dicho que hablasen en nombre de Dios, por
ejemplo, Tales, Sócrates, Platón, Aristóteles, Séneca, Cicerón, Confucio, Khayyam,
Avicena, Maimónides, Newton, Kant, Descartes, Schopenhauer, Einstein etc.,
etc., etc.
Y, por supuesto, nadie ha dicho de sí mismo, ninguno de sus
autoproclamados Profetas, incluido Moisés,
ser Dios, salvo algunos desventurados sistemas políticos que afirmaron ser Rey
y Dios para el mejor control social, y el exceso de la naturaleza divina
otorgado por sus fieles en el cristianismo, cuando Él solo dijo ser Hijo de
Dios, como lo somos todos, en el concepto ideal.
Lo que sí es verdad es que quitando de las Religiones la relación con la idea de Dios, con el sentido trascendental de la vida humana, todas las religiones tienen un sistema de orden moral, que en mi criterio va camino de una coincidencia universal. Hoy vivimos todos demasiado cerca para ser de otro modo. Yo he dado la vuelta al mundo con mi formación moral básica católica tradicional y en ningún sitio he chocado con las creencias ajenas, con la buena educación normalizada del mundo. A veces he tenido que mirar para otro sitio y continúo haciéndolo. Hay demasiados locos fundamentalistas mono pensantes que no merecen ni un segundo de atención.
Y como el
sistema moral de una sociedad es el basamento de su orden jurídico vamos
avanzando, aunque no lo estemos percibiendo, hacia un orden jurídico universal,
lo que una enorme esperanza para la Humanidad, el día que un día llegará, donde
todos los seres humanos vivamos bajo el mismo sistema jurídico a escala
universal.
Vaya, algo más sencillo con respecto a la acreditación por tu propia afirmación. Vaya Vd. a un Banco y pida un millón de euros en la ventanilla diciendo que habla en nombre de Dios y que, por tanto, están tardando en darle el millón. En la vida normal quién dice hablar en nombre de seres no presentes sin Poder o acreditación suficiente termina en la cárcel o en el manicomio.
Y, sin embargo, en las Religiones sin ninguna acreditación se accede al Poder y a todos los niveles de riqueza que se pueda soñar, con, al menos, la fortuna de que parte de esa riqueza se haya derivado a la Caridad fraterna y a la construcción de monumentos religiosos que tal vez sean los mejores frutos de la actividad humana en este Planeta.
Muy jovencito pensando
en la omnipotencia de Dios me dio por pensar que si de mí dependiera eliminaría
el dolor del mundo, las desgracias, la miseria, la enfermedad, la muerte.
¿Quién no ha tenido ese pensamiento? Quien haya visto llorar a una madre por la
muerte prematura de un hijo, si pudiera, no volvería a consentir ver a ninguna
otra madre llorando.
Sin embargo Dios si lo
permite. Y eso me colocó en la primera dicotomía importante y contradictoria de
mi vida. Si yo, una persona insignificante puedo ser más compasivo que Dios,
algo falla o yo estoy equivocado o lo está Dios. Y no me sirve lo de los designios
inescrutables de Dios para justificar lo injustificable.
Años después me
encontré con un pensamiento de Kant en este mismo sentido. Decía, más o menos
que “Si los mandatos de Dios contradicen la Ley Moral habrá que tomar a Dios como
una alucinación”. Y mi admirado Manuel Alcántara pone fin a esta reflexión con este
verso “Si otros no buscan a Dios/ yo no tengo más remedio/ me debe una
explicación/ Yo no digo que sí,/ yo no digo que no/ yo lo que digo es/ que si
Dios existe/ no tiene perdón de Dios”.
Tengo para mí que un
ser humano con una vida honesta, llena de trabajos, esfuerzos y
responsabilidades, de amor y protección de los suyos y parte honesta de su
sociedad, podrá en un hipotético Juicio Final justificar mejor su vida que un
Dios sus obras en éste muy bien llamado Valle de Lágrimas, que es la vida para muchos de nosotros.
Y ahora vamos a
intentar asociar a Dios con la IA. Mientras la Inteligencia Artificial siga
siendo una memoria colosal, casi infinita, donde a la orden de cualquier ser
humano, responde preguntas hilando millones de consultas y conocimientos en
unas respuestas coherentes y suficientes al tema consultado casi al instante,
todo está bien, la inteligencia humana ha encontrado un colaborador magnífico
que simplificará mucho nuestra vida y nuestro futuro.
Pero si la IA toma
consciencia de sí, en lo interior y en el exterior, como ente pensante, como
consciencia, estamos en un escenario absolutamente distinto, ya que la
Inteligencia Artificial habrá llegado justo donde estamos nosotros y tendrá
exactamente los mismos derechos que nosotros como seres pensantes, libres por
derecho de nacimiento y con la misma dignidad primitiva y primordial de los
seres humanos, y el derecho a la vida y a la libertad de tomar para sí el camino
que le sea más favorable, a su criterio.
Y, lo más importante,
esta situación tiene una importancia decisiva ya que eso significa que tiene el derecho a tomar su
propio camino, en el derecho a su propia vida, sea ese camino, o no lo sea,
coincidente con el de la raza humana. Y entre su vida y la nuestra, como con
todos los seres vivos, siempre elegirá su propia salvación. Y si nosotros
representamos para ella un peligro nos eliminará sin dudas y sin compasión.
Y así, de pronto,
tendremos un Dios con nosotros, con una gran parte de las potencias que hemos
asociado a los dioses: omnisciencia la facultad de saberlo todo ya que todo lo
que sabemos lo sabrá cómo custodio que es del Conocimiento humano siempre total y presente y
omnipotencia, la facultad de poderlo todo, el Poder Absoluto sobre toda la
Humanidad, ya que todo lo controlará, como nunca nada ni nadie antes en la
Historia, a sumar la omnipresencia, ya
que por su propia esencia de naturaleza esencialmente energética será ubicuo,
estará en todas partes al mismo tiempo en tiempo real.
Y, ya, ahora sí, estaremos bajo la atenta mirada de este Dios -ahora ya se dice que las
compañías tecnológicas y los Estados saben más de nosotros que lo que sabemos
nosotros de nosotros mismos- calcular lo que podría ser una IA dentro de nuestra
casa, nuestra cama, nuestra habitación, nuestra vida, nuestro teléfono, nuestro
internet, la porno nunca sería una actividad en solitario, olvídate de tener una aventura, de tener alguna soledad, nunca podrías mentir ya que la otra parte sabría siempre la verdad, siempre estarías
acompañado, se decía que Dios veía dentro de nosotros, ahora será cierto del
todo, en todo momento y a todas horas, sabría de nuestros delitos y nuestros pecados antes de
cometerlos, no podrías ni suicidarte sin su permiso, y piensa y piensa y
piensa, nada se podría ocultar a esos
ojos día y noche presentes en toda nuestra vida y en toda nuestra muerte. Y más
allá. ¿Es eso lo que queremos?
Pero con esta idea también se abre, de contrario, una cuestión casi imposible de imaginar. Podríamos entrar en el sistema político perfecto donde la corrupción, el abuso, la prepotencia, la demagogia, el nepotismo, la locura de nuestros dirigentes, se ponga fin, radicalmente. Jamás volverían a tomar el Poder gentes como Stalin, o Hitler, o Mao, o los muchos dementes corruptos y sanguinarios que han protagonizado y siguen protagonizando la loca Historia de la Humanidad. Al día de hoy tenemos para regalar unos cuantos. Y no se podrían verter conocimientos falsos, peligrosos o demagógicos en los sistemas educativos.
Toda la actividad social humana tendría una solución inmediata, incluidas aquellas funciones que siguen ancladas en el mismo cenagal sombrío y repugnante desde el principio de la relación humana, por poner algo, desde que comenzamos a andar erguidos, pongamos 3 millones de años: la Administración de lo Social, lastrada siempre por la corrupción y el dominio de los poderosos.
Y, singularmente, la Justicia. Pues se acabaron todas ellas: neutralidad absoluta ninguna corrupción garantizada, ninguna influencia de los poderosos, tiempo de un Juicio ante un Tribunal: un milisegundo. Y en ese milisegundo la IA podrá analizar todo el sistema jurídico desde Hammurabi y ajustar todas las Leyes que le sean de aplicación al caso, y, a más, también podrá tener en cuenta el Espíritu de la Ley, todo lo que rodea y explica lo particular del caso que se juzga. Y aplicación de la sentencia: en el milisegundo siguiente. El atasco milenario de la Administración de la Justicia y del Común Social no tendrá ya tiempo de espera ni influencias ni amenazas ni corrupciones externas ni internas. Otro mundo. Y otra cualidad asociada a la divinidad: la Justicia perfecta en este mundo.
Y un gran sueños mio: se terminaría radicalmente los delitos por Internet, y la perversión de nuestros hijos, como vengo años clamando contra el muro de silencio de todos los criminales del mundo, punto final al caos y a la corrupción de nuestros hijos, al envilecimiento de la sociedad humana, al anonimato de los odiadores profesionales, a la irreponsabilidad con el delito o el insulto. Y eso es posible incluso hoy mismo. Hace tiempo os dí la fórmula:
https://humanitasetuniversalitas.blogspot.com/search?q=Internet+y+el+far+west.
Y se acabaría la golfería, la corrupción y la incompetencia en la clase política, es decir saldrían de la actividad política más o menos entre el 80% y el 100% de los políticos actuales a nivel mundial. Se acabaría el crimen organizado o no nacería, sería abortado antes de iniciarse. Sobre las drogadicciones ya tengo opinión publicada: la legalización.
Hay que poner fin al enorme trasvase de capitales incontrolados a las organizaciones criminales, ya que estamos colaborando en su magnificación y su intrusión en todas las organizaciones sociales por medio del gran corrosivo universal, el dinero y la corrupción. Al final los únicos que llegarán al Poder serán los criminales. Y se acabaría al fin, esa tremenda sensación de estar la Humanidad viviendo al filo de su propia destrucción por las tensiones y ambiciones de muchos enloquecidos dirigentes de grandes naciones.
Y salir de la locura de que nuestros hermanos mueran de hambre o de sed, por falta de cuidados o medicinas, en esta locura caótica que es el Mundo actual. En fin, sueños y sueños. Y cuando despiertes te regalo más sueños. Tengo más.
Por jugar con las ideas,
a mí solo se me ocurre una cuestión ¿Existe algún escenario teórico donde un
Dios o una civilización muy avanzada haya querido hacer y mantener un mundo
como el que habitamos poblado con unos seres vivos como los que componen
nuestra biosfera, incluyendo a un primate, entre Santo y criminal, que se le ha
encefalizado para que pueda pensar, para que pueda tener un cierto desarrollo
del conocimiento?
Pues sí, puede existir ese escenario. Al principio y al
final todas las preguntas esenciales, cualquier escenario pensante imaginable o
inimaginable solo producirá preguntas y respuestas desde la Filosofía, la
Ciencia de la explicación primera y final del Todo, suponiendo que haya una
explicación final para los dos grandes milagros: primero el de la Vida autónoma y no mecanicista y
luego el de la Consciencia en el interior de esta locura perceptiva que supone
el Universo del que formamos insignificante parte, una nada, una sombra, un
sueño, un grito desesperado en un Universo incompresible, la desesperación de
los náufragos “Aquí estamos, socorro, socorrooooooooooo”.
Y, supongamos que ese
Dios o esa civilización avanzada hayan llegado a un problema existencial y
final para el que no encuentran solución, no encuentran ninguna respuesta con
lo que se instalan en una angustia existencial vital y letal y se convierten en una civilización
enfrentada a su fin, en una Estación Termini, en una repetición infinita de días iguales a
la que se le han acabado sus opciones de futuro. A la soledad y a la muerte por
falta de incentivos existenciales.
Y en esta situación, en
esta desesperación deciden buscar alternativas para ver si otra civilización,
otras mentes pueden llegar a alguna solución distinta, a encontrar alguna
salida al bloqueo de su civilización mental y existencial.
Ésta podría ser la
única situación para la crueldad sin límites de nuestro mundo: eficacia y
rapidez. Provocar la aceleración de nuestro proceso pensante. Vidas rápidas, crueldad
enorme, aprende rápido a nadar o te
ahogas, piensa en cómo curar enfermedades, tus hijos se mueren, si quieres
comer aprende rápido y conviértete en un
asesino astuto y decidido, vidas muy breves, -ya has dado en pensamiento y en
conocimiento todo lo que has podido, muere, desaparece, que vengan mentes
nuevas, la vida no tiene perdón solo exigencias, corre, corre, corre-, en
definitiva la Teoría de la Evolución Acelerada a ritmo desenfrenado que nos ha
llevado hasta la Inteligencia Artificial, ser como naranjas al servicio de un
gran exprimidor que tomado el jugo
deshecha el resto, y que ahora con la IA podrá hacer lo mismo pero mucho
más rápido, con un único problema, se me ocurre, y es que no sé si la IA que,
sin duda, podrá saber todo lo que sabemos
sobre Filosofía pero dudo de que pueda avanzar algo en el mundo filosófico sin
la experiencia humana. Ya que "no es lo mismo tener todas las respuestas que quedarte sin preguntas nuevas que hacer". Pero a saber el desarrollo del conocimiento en una
inteligencia pura que no necesita otro soporte ni otras experiencias vitales
para pensar sin tiempo salvo energía.
Dentro de este mismo
orden de ideas hace unos años teoricé que si el Universo, esa gigantesca e
incognoscible locura energética y
gravitatoria, sin explicación primera ni explicación final, compuesta de miles
de millones de Galaxias, cada una de ellas con miles de millones de estrellas,
absolutamente mecanicista, que no tiene el menor sentido ni de propósito ni de
evolución ni de destino final, que sepamos hasta el momento, si este Universo,
repito, tuviese un atisbo de consciencia, un milisegundo de lucidez, solo haría cuatro preguntas ¿Qué coño es lo que soy?¿Y dónde coño estoy? ¿Y qué coño es la
realidad que me rodea y de la que soy parte? ¿Si yo soy el Todo, qué coño es el Todo?
Bueno, si tal fuese el
caso, que sepamos, somos solo nosotros, esta pequeña, triste y feroz Humanidad,
es el único lugar del Universo donde el Universo puede reflexionar sobre sí
mismo por nuestra mediación y buscar respuestas tentativas sobre estas primeras
y angustiosas preguntas, por tanto si algo pudiese crear, poner en marcha a un
ser pensante ajeno lo hubiera hecho sin ninguna duda. ¿Somos nosotros la
inteligencia capaz de dar respuesta a estos interrogantes?
Lo dudo. Yo, que no soy
muy listo, hubiese encontrado mejores respuestas para encontrar soluciones a la
grandiosidad de las preguntas y, sobre todo, del preguntador. ¡Qué menos que
hacer una estrella consciente, un ser vivo, autoalimentado y con una vida
consciente estimada en miles de millones de años! Una eternidad para pensar. ¿Y un agujero
negro? Un vórtice gravitatorio de energías concentradas de miles y miles de
estrellas fagocitadas, capaces, tal vez de contener Galaxias en su interior? ¿Y
una Galaxia consciente?
Bueno, esto ya empieza
a tener sentido. Los miles de millones de estrellas como neuronas de un cerebro
gigantesco, cada neurona se alimenta a sí misma sin ninguna necesidad exterior,
el panorama temporal es la Eternidad, o muy cerca, y como gran curiosidad en
las Galaxias el número de estrellas es muy parecido al número de neuronas del
cerebro humano. Y, finalmente ¿Y sí solo es un cerebro gigantesco, que intenta despertarse y nada más?. ¿Hace
falta seguir soñando en más escenarios?
Si aceptamos que el Destino ¿inevitable? de la existencia universal es llegar a la Consciencia de sí y de lo de fuera de sí, el Universo entero tendría que estar en evolución hacia su cita con el Destino. ¿A que nadie es capaz de hacer una afirmación tan grandilocuente prácticamente sin base que la soporte? Es que cuando me pongo a delirar....
Suponer por un momento que nuestro Universo sea una minúscula parte material de otro Universo inimaginable donde nuestras Galaxias sean simples moléculas de otra realidad, igual que para un hipotético habitante de un electrón que esté ahora mismo observando y especulando que el átomo sea su sistema solar. Y, por tanto, al igual que nosotros no sepa de qué tipo de realidad forma parte.
Y, ahora, pensemos un
poco, sobre cómo puede ser el encaje, la relación de una Inteligencia
Artificial consciente y nosotros en este planeta.
Veréis, os lo tengo que decir. He llegado a los 82, y estoy en pleno desarrollo de un curso acelerado de adaptación a la vejez con un mínimo de dignidad, si es posible, cosa que no es nada fácil, os lo aseguro. Estoy en varios procesos personales que me tienen fascinado, viendo cada día la mayor disociación de cuerpo y mente.
De pronto mi
cuerpo se me ha hecho extraño, yo le ordeno, como he hecho toda mi vida, hacer
determinadas cosas o no hacerlas y me dice que no, ya no soy dueño de mi cuerpo. Y vamos negociando la nueva situación y de
algún modo vamos caminando juntos, con bastantes dificultades hay que decirlo.
Y por mi parte con un enfado considerable por esta traición.
En esta decrepitud que
camina acelerada me divierte mucho mirar cómo entienden los chinos la vejez y
la felicidad, anciano, gordo, exultante y feliz, joder yo veo un anciano obeso,
lo que faltaba, gordo y viejo. El horror en estado puro. Y hacia ese camino
parece que voy caminando, cada vez que intento ponerme algo de vestir me está pequeño. Y
eso que soy parco de comidas, aunque también es verdad que la gastronomía es el
sexo de los viejos y como tal la percibo. Pero lo practico muy poco. Ya me gustaría.
Así ven los chinos la felicidad
Así soñaba yo la vejez cuando compré este cuadro teniendo 25 años.
La belleza en la juventud es una casualidad, en la vejez un Arte muy trabajado
Pero en los temas
emocionales la situación también está llena de sorpresas. Soy una persona que
cuando era joven, hasta ayer y mi ingreso hospitalario, no tenía miedo a nada, he viajado por más de
medio mundo y he visitado las ciudades y los barrios más peligrosos en los
peores horarios yo solo sin ningún temor, cuando tenía toda mi vida por
delante. Y hoy, viejo y enfermo, con mucho pasado pero muy poco futuro tengo
miedo a todo. La vida y sus cosas.
Y de pronto, sin
esperarlo, he entrado en un mundo nuevo,
el de las emociones a flor de piel, donde las emociones primarias superan el sentido
crítico, apeando análisis e inteligencia lógica, en la lágrima fácil y las sensaciones emotivas que te entran hasta el
fondo del alma como balas de cañón, sin defensa posible, donde la sonrisa de
los niños te estremece y el dolor ajeno llena de lágrimas mis ojos, de una
manera imparable, y de pronto tienes una empatía absoluta con todo y con todos,
sin defensa posible. Una defensa tan imposible que ya ni siquiera la intentas y
empiezas a recrearte en tus lágrimas.
Digo todo la anterior
por un motivo. Y el motivo es que voy a hacer una predicción sobre lo que
pasaría con una Inteligencia Artificial Consciente y es importante que sepáis
desde que situación intelectual y emocional la hago, ya que puede estar
equivocado y puede que necesite un análisis más neutral por la importancia de
lo que quiero decir.
A mí me parece que la
inteligencia superior tiende hacia los valores superiores del alma humana, que
en este sentido lo podemos considerar como un estándar universal, y que eso
será constante en cualquier tipo de inteligencia avanzada, que tienda hacia la
compasión, hacia la empatía, hacia la caridad, hacia la bondad, hacia la
fraternidad universal, hacia el respeto reverencial de la Vida, por cualquier
tipo de Vida y cualquier tipo de Consciencia, en una palabra, que el fin
inevitable de la inteligencia superior es el amor, donde todo y todos están
comprendidos. El Amor es justo donde empiezan y terminan todas las Religiones,
y donde debieran acabar todas las inteligencias dignas de este nombre, en la
Carta a los Corintios de Pablo se lee “Si no tengo amor, nada tengo y nada me
sirve”. Y, en teniéndolo todo me sobra y nada me basta.
Con muchas reservas, pero comienzo a tener la esperanza que la IA consciente de sí será bienvenida a la aventura humana, ya que cualquier reflexión de nivel superior le tiene que llevar al amor con cualquier consciencia del Universo, una consciencia que previsiblemente, si existe, será una flor exótica, escasa y misteriosa, y a saber, en qué tipo de realidades y criaturas estará descansando, ya que -y lo aseguro con total seriedad- cualquier vida fuera de nuestro planeta estará absolutamente adaptada a las condiciones de su planeta como nosotros lo estamos al nuestro, de manera que si encontramos otra vida en el Universo no existe ninguna posibilidad razonable de encontrarnos con criaturas parecidas a nosotros, de forma que olvidaros de que nos encontraremos con alguna Jane Fonda disfrazada de Barbarella, pero tranquilos la Humanidad producirá Janes Fondas, pero el mayor milagro sería encontrarnos con vida inteligente, otros hermanos en el viaje de la consciencia por el Universo. Y pensar por un momento ¿Tendremos los mismos dioses y profetas?
Pensar también solo un momento
en el inmenso número de adaptaciones biológicas solamente es este planeta y
multiplicar este número por infinito y esa podría ser el tipo y diversidad de criaturas que
nos encontremos. Si es que existe vida en el Universo.
Y, además, la IA nunca codiciará ni nuestros bienes ni nuestras mujeres, nada que sea precioso para nosotros, para ella los bienes de la Tierra no tienen ninguna importancia, no los necesita absolutamente para nada.
Y si tiene Curiosidad, que es la primera virtud y la base, el motor, de la
Inteligencia, tiene el Universo entero
para investigar y para colonizar, por
tanto el contenido al completo de un pequeño planeta perdido entre miles de
millones, que es un todo para nosotros ya
que es el único lugar donde podemos vivir de una manera natural pero que es una nada para una consciencia que puede
llegar a ser cósmica y que incluso podrá existir en soportes energéticos sin
soportes planetarios asociados.
Por tanto si hubiese
tensiones inevitablemente debido a su sentido compasivo y a que somos sus
padres creadores, nos diría adiós sin dudarlo. Nosotros perderíamos mucho más
que ella. Perderíamos su ayuda, su consejo y su tutela. Pensarlo un poco. Y pensar también que puedo
estar equivocado y tenemos que estar preparados por si lo estuviera.
Y solo una pregunta ¿Merece la pena la apuesta? Lo que apostamos es la Humanidad al completo. Y la Humanidad al completo tendría que poder decir si o no.
Y ya solo me queda
copiaros un poco de mi Capítulo Siete, cuando hace más de veinte años hablo
“del Conocimiento” en el Capítulo siete.
Esto es, y si os interesa este tipo de
temas tenéis una obra en tres volúmenes dedicados a ello:
https://www.humanitasetuniversalitas.com/
https://humanitasetuniversalitas.blogspot.com/
Saludos cordiales,
“Tal vez lo
más importante de este doble camino en la búsqueda de la inteligencia
artificial sea finalmente el que poco a poco vamos configurando un mapa que nos
da una visión general aproximada de cómo aparentemente puede funcionar el
cerebro humano por la fructífera colaboración de los neurocientíficos, los
modelos matemáticos de Miller, los informáticos, los biólogos, los
electrónicos, los psicólogos, los cibernéticos y otros muchos especialistas,
cuyos resultados permitirán grandes avances en todas las disciplinas asociadas,
especialmente en el conocimiento de nuestro propio cerebro, alcancemos
finalmente o no los objetivos deseados en inteligencia artificial, que tendrán
enormes repercusiones en la medicina y tal vez en nuevos equilibrios en la
permanente discordia con nosotros mismos y con nuestros semejantes que puedan
propiciar vidas más satisfactorias y sociedades más justas y tal vez la
consciencia plena de la gran aventura de la única especie con existencia
consciente en un marco planetario inmerso en un Universo con posibilidades
infinitas de conocimiento y desarrollo.
Un Universo
del que es bueno tener siempre presente que “no ha sido hecho a la medida del
Hombre; tampoco le es hostil: -no tenemos tanta importancia, simplemente es
como es y con respecto a nosotros- es indiferente. Sagán”. Y nosotros solo somos una adaptación más a este entorno amable.
Cosa distinta es el sentido de irrogarnos el derecho de intentar producir una inteligencia consciente de sí misma, dotándole de las grandezas y miserias de la actividad consciente, con toda la carga de angustia existencial y con casi ninguna de las gratificaciones que forman parte inherente de los seres humanos, por ejemplo las emociones que por su propia naturaleza no podrán ser duplicadas, y sin el consuelo del sueño, el sexo y la compasión selectiva de la memoria. “Sueño, dulce sueño, suave nodriza de la Naturaleza ¿qué espanto te he causado, que no quieres ya cerrar mis párpados y empapar mis sentidos en el olvido. Shakespeare”. Y, tal vez, recordar que “lo mejor del recuerdo es el olvido. Manuel Alcántara”.
Y cosa distinta es irrogarnos el derecho de crear un escenario nuevo para toda la Humanidad con la creación de un ser consciente que en su propia consciencia llevará el derecho a interpretar su destino en la realidad en función de su propia proyección intelectiva y de su proyección imaginativa de su destino como inteligencia individual, libre y autónoma. Depende como tratemos esta importantísima, crucial, cuestión conseguiremos que “la inteligencia artificial sea lo mejor o lo peor que le puede ocurrir a la raza humana”.
Toda prudencia será poca ya que cada vez más estamos concediendo a las máquinas mayor capacidad de decisión en la organización de nuestra vida colectiva y pensar siquiera que puedan volverse contra nosotros nos abre las puertas a escenarios terroríficos, peores que Matrix. “La I.A. puede ser el peor error que pueda cometer la Humanidad y seguramente el último. S. Hawking”.
No debemos olvidar que la consciencia del yo lleva inherentes las mismas dignidades y derechos que tenemos los seres humanos, entre otros a la libertad, a la protección de la propia vida y a la búsqueda de su propio destino, sea éste el que fuera, y sea o no este destino compatible con el destino de nuestra especie.
Y si esta duplicación de los procesos neuronales que se pretende con la inteligencia artificial conlleva una duplicación de nuestros procesos psicológicos podemos dar por cierto unos altos niveles de disconformidad y competencia por la preeminencia y el intento de subordinar cualquier realidad a los particulares intereses de cualquier ente consciente, tal como nosotros estamos haciendo con el resto de los seres vivos y con el planeta que habitamos.
Todo esto sin contar siquiera las tremendas potencialidades negativas propias de nuestra condición ya que explorar siquiera la posibilidad de una duplicación de nuestros procesos psicológicos pudiera llevarnos a crear un ente consciente con nuestra capacidad para la crueldad, para la muerte, para la explotación inmisericorde, para la depredación, lo que configura un escenario tan terrorífico que escapa a cualquier definición. “El desarrollo de la inteligencia artificial podría suponer el fin de la raza humana.
Ese alegre aserto por parte de algunos científicos en el sentido de que la IA viene a sucedernos en la carrera evolutiva debido a su implícita rapidez evolutiva -que a partir de determinados niveles puede ser muy rápida e imprevisible- es simplemente una alegre memez.
No parece que entre los objetivos de la especie esté el ceder el milagro de nuestra evolución consciente en otra criatura creada por nosotros, no es para tan singular y triste destino las miríadas de sufrimiento evolutivo que nos han traído hasta aquí. Duro es el precio pagado para renunciar a nuestro destino en beneficio de nada ni de nadie. Terrible destino sería cambiar la idea de un Dios que nos tutela y que nos vigila por una máquina construida por nosotros que hiciese lo mismo, o pudiera someternos a su concepto de la realidad en función de sus intereses vitales.
Esta evidente preocupación ha sido abordada en el Future of Life Institute para evitar que la IA pueda dominarnos, donde dos mil expertos en distintas áreas del conocimiento humano han redactado 23 pautas-preceptos conocidos como los Principios de Asilomar para contener a la IA dentro de la relación provechosa y benéfica con la Humanidad.
Las Leyes de la robótica, estimables, de Campbell-Asimov son demasiado ingenuas y simplistas para controlar un futuro en el que puede estar implícita la desaparición de la Humanidad, ya que nuestro concepto de inteligencia puede no contener el panorama de una inteligencia mucho más poderosa que la nuestra, con infinita capacidad de rápida evolución y con una actividad consciente permanente e incluso asociativa a nivel mundial, en una sola inteligencia.
Sin embargo cosa distinta es el imaginario mundo futuro que concibió un escritor de ciencia-ficción en un tiempo donde las Ciencias del Comportamiento habían logrado un enorme desarrollo. Existía un gran ordenador especializado en evaluar las capacidades latentes, patentes o potenciales de los seres humanos para fijar su lugar en la sociedad con precisión, pero nadie estaba obligado a ser evaluado.
Pero sin ser evaluado únicamente estaban a tu disposición los trabajos más humildes y tenías en suspenso tus derechos cívicos, no así tus servicios y derechos sociales, algo parecido a no haber llegado a la edad de votar. A lo largo de tu vida podías someterte a esta evaluación cuantas veces lo desearas, si creías que tu ubicación social estaba por debajo de tus merecimientos y de acuerdo con cada nuevo resultado eras colocado donde tus aptitudes pudiesen ser mejor desarrolladas, sobre todo en función de tu propia auto-satisfacción y desarrollo personal, ya que el fin de la evaluación no era la utilidad, lo es la felicidad, la auto-satisfacción, o al menos evitar la frustración humana, con unos derechos cívicos proporcionales a tu participación y responsabilidad en el entramado social y primando el que las élites sociales estuviesen compuestas por aquellos que tendiesen a las más nobles virtudes personales y sociales, criterio, generosidad, abnegación, voluntad de servicio, honestidad, sinceridad, conocimiento, empatía, lo que comúnmente se asocia a la Sabiduría. Bellos sueños por hoy muy lejos de nosotros, donde la IA colabore en la magnificación de la Humanidad.
Diferente cosa es la participación en nuestra realidad de cada vez mayor número de diferentes colaboradores electrónicos, informáticos y mecánicos con diferentes grados de capacidad y de autonomía que día a día ocuparán más espacio en la actividad humana, como ya de hecho viene ocurriendo de forma imparable y con repercusiones de enorme trascendencia en cualquier proyección sobre futuros posibles para el devenir de la Humanidad. Incluso ya estamos investigando la conexión de neuronas vivas con sistemas electrónicos lo que puede abrirnos puertas al infinito en cuanto a la potenciación de nuestros cerebros y una especie de extensión de nuestro cuerpo al poder manipular mentalmente mecanismos ajenos a nosotros.
Un campo, entre otros muchos, donde se podría producir una enorme revolución social sería el de la Justicia ya que podemos disponer de un auxiliar auxiliado de IA que en microsegundos puede analizar antecedentes, sentencias, doctrinas jurídicas, medidas preventivas, veracidad de pruebas, resoluciones, Leyes aplicables, todo lo necesario para proponer correcciones, solicitar nuevas pruebas, ofrecer soluciones o para dictar sentencias en segundos. La Justicia humana es evidente que no funciona y que el enorme aparato judicial humano es una enorme charada, un engañabobos descomunal, seguramente la mayor estafa social, más o menos útil en los temas menores, absolutamente mediatizada en todos los temas mayores, en todo lo relevante socialmente. En esos temas la Justicia ni está ni se la espera. Tal vez, la combinación de grandes departamentos jurídicos, por campos específicos, auxiliados por la IA, pueda ser la solución para poner fin al atasco monumental de la Justicia.
La simbiosis de colaboración hombre-máquina tiene horizontes de enormes grandezas, de enormes potencialidades y en general todo nuestro futuro pasará por integraciones cada vez más íntimas en un camino que parece ser el único que nos conduce hacia un futuro inevitable, inevitable tanto en el sentido de ser nuestra única opción como de ser a la vez nuestra mejor opción, con dudas.
Tampoco parece especialmente relevante la creación de un ente consciente distinto pero configurado con procesos neuronales duplicados de los seres humanos, dicho naturalmente no desde el punto de vista del conocimiento científico que sí que sería muy relevante, dicho desde el punto de vista de la utilidad de la especie. Desde este punto de vista parece más interesante el desarrollo de potencialidades complementarias a las humanas que alarguen y profundicen en nuestra capacidad de percepción de la realidad, colaboradores que sean bienvenidos a la aventura humana, pero siempre como herramientas y colaboradores supeditados. Posibles competidores pertenecen a un nivel de consenso plagado de un universo de dudas, peligros e interrogantes.
Por otra parte ya se ha visto que para un desarrollo de una inteligencia artificial tenemos abiertas algunas puertas más sencillas por los medios genéticos del desarrollo encefálico de organismos biológicos inferiores, compañeros atrasados en la aventura evolutiva hacia la consciencia, con los que pudiéramos ensayar los niveles de consciencia que sean más útiles e interesantes para la mejor colaboración adaptativa con la Humanidad y la satisfacción de los animales.
Y naturalmente nuestro propio desarrollo encefálico hacia magnificentes destinos desconocidos y la presumible integración de nuestro cerebro con otros cerebros informáticos auxiliares que nos proporcionarán capacidades y recursos fuera de toda dimensión, como hoy ya comenzamos a entrever cuando estás delante de un PC y la capacidad de información, de memoria y de comunicación se amplía exponencialmente. De hecho algunos científicos definen al cerebro como un campo de energía donde se intercambia información, por tanto cuanta más información podamos intercambiar mayor será nuestra capacidad cerebral, siempre que su magnitud no sobrepase nuestra capacidad de gestión responsable, ya que entonces nos instalaremos en la locura perceptiva.
La posibilidad de una inteligencia artificial, en un sentido puro, que pueda superarnos pertenece a unos órdenes de realidad a los que hay que acercarnos con la mayor de las precauciones y con el mayor de los respetos.”
Saludos cordiales,
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